En 1976, Los servicios secretos israelíes, tenían claros indicios de que grupos armados palestinos planeaban atentar contra vuelos comerciales Hebreos. Todas las pesquisas se centraban en la compañía israelí El Al y habían reforzado la seguridad en todos sus vuelos y aeropuertos tanto de salida como de llegada donde operara esta compañía.

Fruto de estas sospechas, las fuerzas de seguridad israelíes, en una operación conjunta con la policía keniata detuvieron a un comando, de tres personas del “Frente popular para la liberación de Palestina” (PFLP) justo cuando pretendían derribar un avión de la citada compañía en Nairobi (Kenia).

Misil SAM 7 STRELLA. Con el que pretendían derribar el aparato.

EL SECUESTRO.

El 27 de Junio de ese año el mismo grupo terrorista  PFLP secuestro un avión Airbus A300 de la compañía Air France, que hacía la ruta Tel-Aviv - Paris, con 248 pasajeros a bordo y 12 tripulantes. El vuelo debía hacer escala en Atenas (Grecia), situación que fue aprovechada por los terroristas para acceder al avión, ya que los controles de acceso y vigilancia en el país heleno eran mucho más permisible con la seguridad que en Israel.

Sello del Frente Popular para la liberación de Palestina.

El aparato fue capturado por un comando formado por tres hombres y una mujer, que pronto se hicieron con el control de la situación, desplazando a todo el pasaje a la parte posterior de la nave. De esta forma podían controlar fácilmente todos los movimientos de los pasajeros y de la tripulación. Durante el trayecto no sufrieron ningún tipo de resistencia.

El capitán, fue obligado a desviar su rumbo; primero a Libia, donde el gobierno de Gadafi permitió repostar combustible y finalmente a Entebbe, Uganda. Un primer episodio, lleno de astucia, fue la liberación de una primera rehén en Bengasi, Libia, durante la maniobra de repostaje. Esta fingió sufrir un aborto y fue puesta en libertad, sin ningún tipo de negociación.

Muamar el Gadafi. Presidente de Libia. 1976.

Ya en Uganda, fueron recibidos por el dictador Idi Amin, que quiso presentarse como un intermediario valido para solucionar la crisis y trasladar las peticiones de los captores sin poder disimular su simpatía por el grupo armado. Los rehenes fueron sacados del avión y ubicados en instalaciones del mismo aeropuerto. Allí se unieron otros cuatro secuestradores más, simpatizantes del movimiento palestino y más tarde otros nueve integrantes del grupo armado que operaban en Uganda con la complicidad del mandatario africano.

Idi Amin. Presidente de Uganda. 1976.

Estos exigían la liberación de cuarenta terroristas palestinos encarcelados en Israel  y otros trece, repartidos en Kenia, Alemania, Francia y Suiza. De no acceder a sus peticiones; los pasajeros serían asesinados y el avión destruido. En tal caso, Amin, afirmaba que no podría hacer nada por los cautivos. El dictador pronto mostro colaboración y apoyo al movimiento pro-palestino y ordeno que fuerzas del ejército ugandés rodearán y protegieran las instalaciones.

Ejercito de Uganda custodiando el avión cautivo.

Pronto “Radio Uganda” publicaba; “En un Acto de buena fe  y gracias a la intermediación de Su Excelencia el presidente vitalicio, mariscal de campo Alhaji Dr. Idi Amin han sido liberados 156 rehenes”. Otro avión de la compañía Air France ejecuto la evacuación. Por supuesto, ningún rehén israelí o judío, se encontraba entre los liberados.

Se encuentra aquí otra hazaña heroica. El capitán del avión secuestrado; Michael Bacos, a quien le ofrecieron salir con los demás liberados, se negó abandonar al resto del pasaje advirtiendo que todos los pasajeros eran su responsabilidad y que se quedaría con ellos. Transmitió sus intenciones al resto de la tripulación, encomendándoles que salieran en el avión fletado, para escapar de allí. Toda la tripulación decidió quedarse junto a su capitán y a los demás rehenes. Poco después una monja francesa pidió a los captores que cambiarán su lugar en el avión que se marchaba por uno de los rehenes judíos. Los soldados ugandeses la obligaron a subir al avión.

Aeropuerto Internacional de Entebbe. Uganda.

LA VIA DIPLOMATICA.

Desde un principio, los países europeos se mostraron dispuestos a negociar y re-ubicar a los presos palestinos. Israel, en cambio seguía con su política de “No negociación”. Finalmente debido a las presiones de los familiares y de Air France, el ejecutivo hebreo decidió emprender las negociaciones, con el país galo como intermediario.

Se llevaron a cabo varias estrategias, involucrando a terceros países, en una negociación diplomática para liberar a los rehenes, interviniendo incluso Estados Unidos y Egipto. Todas ellas fracasaron.

Anwar El-Sadat. Presidente de Egipto. 1976.

La difícil situación llevo al gabinete israelí a plantear la liberación de los presos, tal y como exigían los terroristas. Estas intenciones fueron comunicadas a Amin, con la condición de ampliar el plazo dado por los captores que expiraba el 1 de Julio, tres días más; hasta el 4 de Julio. Fue el único logro de la diplomacia.

LOS PLANES SECRETOS.

Lo cierto es que el gobierno israelí, no se planteo en ningún momento la negociación con el PFLP y Amin, a quien consideraban cómplice de los terroristas. Todos sus esfuerzos diplomáticos se encaminaron a distraer la atención y ganar tiempo para llevar a cabo una operación de rescate.

El Teniente General Gur, presento al ministro de defensa Simón Peres y al primer ministro Yizhaz Rabin tres planes de rescate:

1.       Un desembarco paracaidista a gran escala sobre Entebbe.

2.       Un ataque desde Kenia, por el lago Victoria en lanchas rápidas y evacuación de los rehenes hacia Kenia.

3.       Una Operación rápida por fuerzas especiales aerotransportada y evacuación directa a Israel.

La falta de tiempo, y la poca información les llevo jornadas de reunión, decidiéndose en última instancia por la tercera opción. Bautizándola  como “Operación Trueno”.

Rabin y Peres. 1976.

INCOVENIENTES DE LA OPERACIÓN.

El principal factor negativo que se encontró el estado mayor era el poco tiempo que tenían para planear el ataque a tan solo unas pocas horas de que finalizará el ultimátum dado por los captores. Esto sumado a que las naves tendrían que volar a muy baja altura para evitar los radares saudíes, egipcios y de los buques de guerra soviéticos que patrullaban la zona.

La inteligencia israelí, gracias a los pasajeros liberados tenía una idea muy concisa del equipamiento y armamento de los secuestradores. También podían tener información amplia del ejército ugandés gracias a sus unidades en Kenia y gozaba de planos fiables del aeropuerto, ya que la construcción de aquel edificio fue obra de una empresa israelí, en tiempos en los que Amin, era amigo de Israel. Pero ignoraban totalmente la localización exacta de los rehenes dentro del aeropuerto, algo que podría hacerles perder tiempo y llevar a los terroristas a mezclarse con los rehenes e incluso iniciar ejecuciones sumarias.

Otro problema presentaba la capacidad de refuerzos del ejército de Uganda. Cerca del aeropuerto se encontraba la capital, Kampala, que podría nutrir a las fuerzas defensiva de personal  y de los carros T54 de fabricación soviética que poseía.

Soldados ugandeses apostados en la terminal.

Por último, en el mismo aeropuerto, Amin había desplegado cazas MIG 17 y MIG 21 que podrían perseguir y derribar los aviones de transportes, tanto a la llegada como a la evacuación.

 

LA OPERACIÓN TRUENO.

El estado mayor había dispuesto; 5 Hércules C-130. 2 Boeing 707, uno hospital y el otro como centro de comunicaciones. Transportes oruga acorazados, jeeps, 2 Land rover, 1 Gran mercedes negro, con banderas de Uganda pertrechado como coche oficial, del propio Amin. El convoy iría escoltado por cazas F-4 y F-15. Días antes comandos israelíes se habían instalado en Kenia, para dar protección y luz a las aeronaves. Fue nombrado Yonatan ("Yoni") Netanyahu, hermano del ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, como comandante de la operación.

Mercedes negro que simuló ser coche de Amin.

El Boieng aterrizó en Nairobi, mientras que los Hércules, marcharon directamente sobre Entebbe en la madrugada del 3 de Julio. Minutos antes los comandos instalados en Kenia, dieron luz y cobertura a la expedición, tal y como estaba planeado. El Mercedes y los Land Rovers salieron a toda velocidad del primer C-130 hacia la terminal simulando una comitiva oficial de Amin, pero el dictador había cambiado de coche recientemente y los centinelas no aceptaron el órdago dando el alto y abriendo fuego.  Estos fueron abatidos pero desbarataron el factor sorpresa.

 

Tripulación del primer C-130 que aterrizó en Entebbe.

Perdido este factor toda la operación estaba en peligro. Se dividieron en tres grupos; Para tomar la torre de control y la terminal. Los soldados africanos salían sorprendidos a la terminal y fueron repelidos con contundencia por los comandos. Los dos primeros terroristas fueron también abatidos en la misma terminal, un tercero se dirigió a los rehenes abriendo fuego sobre ellos, siendo eliminado rápidamente.

Entablados en continuos tiroteos; por megafonía en hebreo e ingles, se informaba a los rehenes que habían venido a rescatarlos. Otros dos terroristas se mezclaron con los capturados, lanzando granadas contra los soldados hebreos. Fueron neutralizados.

Otros dos C-130 tomaron tierra poco después del comienzo de la operación, de los que descendieron más tropas y carros TOA M-113, dando apoyo a los grupos que intentaban tomar la torre, silenciando la resistencia de los africanos. El cuarto C-130, tomo tierra una vez estabilizada por completo la situación, con personal médico para valorar las bajas, heridos y atender a los rehenes. Un quinto C-130 utilizado de reserva, amaneció en Lesoto a 4 mil kilómetros al Sur de Uganda.

Carros TOA M-113 utilizados en la operación.

Los carros blindados y los vehículos Jeeps equipados con ametralladoras pesadas M-2 inutilizaron once de los MIG ugandeses; imposibilitando la opción de persecución. El grueso de la flota partió directamente a Israel escoltados por cazas F-15. El último Hércules partió de Entebbe rumbo a Kenia donde serían tratados los heridos en el Boeing 707 medicalizado, estacionado en Nairobi. El perímetro del aeropuerto estuvo dispuesto de botes de humo y minas trampas, oyéndose explosiones varias horas después del despegue del último avión.

MiG Ugandeses destruidos en Entebbe.

BALANCE DE LA OPERACIÓN.

El Comandante al mando “Yoni” y dos rehenes perecieron en Entebbe. Una tercera rehén; Dora Bloch de 75 años, fue asesinada en el hospital al que había sido trasladada días antes. Fue sacada de la cama y asesinada por orden de Amin. Aún se especula si fue el propio mandatario quien la ejecuto personalmente. Tras el éxito del rescate y debido al apoyo que Kenia dio a Israel, también fueron asesinados cientos de keniatas que vivían en Uganda, por orden del gobierno, en represalias a la colaboración de Kenia con Israel. Por su parte; todos los terroristas y 33 soldados africanos cayeron abatidos, en los 57 minutos que duró el operativo. Todos los rehenes  fueron liberados.

Miles de personas celebraron el regreso de los rehenes y el éxito de la operación.