Hablar de la guerra civil es siempre un tema candente y espinoso. Las simpatías o las propias ideologías asociadas a un bando u otro provocan la perdida de la objetividad e imparcialidad en el asunto y acusar de "contrario" o de simpatizante del rival cuando se expresa algo que no corresponde con la idílica visión que cada persona tiene sobre aquel bando con el que se identifica. Se trata de una guerra absoluta, ambos bandos creen representar el bien absoluto, mientras que su enemigo encarna el mal absoluto.

Aún así, intentaremos repasar los aspectos más globales de la contienda, sin valorar políticamente a los bandos y por supuesto sin catalogar a los participantes en la guerra.

 

La Instauración de la republica.

En 1923, Se alza la dictadura del General Miguel Primo de Rivera. El General impuso una estabilidad social muy convulsa en los años anteriores, con una gran agitación desde la revolución del 68. Sin embargo, con el paso de los años el mandatario fue perdiendo apoyos y en 1930 presentó su renuncia al Rey  Alfonso XIII, siendo sustituido por otro militar; El General Dámaso Berenguer y su conocida “Dictablanda” que debía convocar elecciones para volver al orden constitucional de 1876.

 

 

General Primo de Rivera.
 

En 1931 se celebran elecciones municipales, como paso previo a las elecciones generales. Estas arrojan un resultado dispar, entre los dos grandes bloques; LA CONJUNCIÓN REPUBLICANO-SOCIALISTA y LA COALICIÓN MONÁRQUICA. El primero obtiene una holgada victoria casi en todas las capitales de provincia, mientras que la coalición monárquica vence, mayoritariamente, en el resto de municipios.

Pese a que el resultado no es concluyente y más aún, tratándose de unas elecciones municipales, dos conservadores y monárquicos; Miguel  Maura y  Niceto Alcalá-Zamora, fundan: “El comité revolucionario republicano” lideran y promueven "El asalto a los ministerios" que ya intentaron cuatro meses antes, pero esta vez con éxito. Para este comité, los comicios indican que el pueblo manifiesta su voluntad republicana; reclama que este es el objetivo de las elecciones pese estar revestida de plebiscito municipal.

 

Niceto Alcalá-Zamora y  Miguel Maura.

 

Estas acciones provocaron que el Conde de Romanones, encargado de la seguridad del Rey, precipitara su salida para garantizar su seguridad personal. Esta decisión facilitó el advenimiento de la republica proclamada por Maura y Alcalá-Zamora. Desde numerosos sectores monárquicos han criticado esta acción de Romanones, siempre cuestionado por su capacidad para proteger al Rey y a la monarquía. En los últimos años se le suma, además, las acusaciones de actuar conforme a las pretensiones de Maura y Alcalá-Zamora para la llegada de la segunda republica en España.

El 14 de Abril de 1931 nace la republica en unas condiciones económicas óptimas, superadas definitivamente la gangrena de la guerra de marruecos y prácticamente silenciado el terrorismo anarquista. Pero, en cambio, con una floreciente crisis moral de ciudadanos e instituciones.

 

Alzamiento de la bandera republicana.

 

Organización y funcionamiento de la republica.

En 1931 se lleva a cabo el proceso constituyente con unas elecciones generales que vence la CONJUNCIÓN REPUBLICANA-SOCIALISTA. Ese  mismo año se aprueba la constitución republicana. Este texto recoge una larga enumeración de derechos y libertades de los ciudadanos, establece la soberanía nacional, sufragio universal, división de poderes y proclama la igualdad de sexos.  Se crea un nuevo modelo de estado denominado "Estado Integral" en el que se compagina regiones autónomas, con sus propios estatutos y compatible con otro orden territorial sin delimitación jurídica bajo la sola regulación del estado. Nace "El tribunal de garantías constitucionales"  y se regula "La administración de justicia", auténticos antecesores del actual "Tribunal constitucional" y "El poder judicial" respectivamente.

Las Cortes Generales se componen de un sistema unicameral, en el que el presidente de la republica tiene potestad legislativa; vetando o modificando las leyes aprobadas por el congreso. También tiene poder para suprimir un gobierno y convocar elecciones generales. Cuando el presidente hiciera uso de esta potestad, la nueva cámara podría exigir la responsabilidad del presidente en esta decisión y promover la votación parlamentaria para su sustitución.

En 1933, Alcalá-Zamora pone fin al llamado “bienio reformista” y convoca nuevas elecciones generales. La CEDA de José María Gil Robles, partido conservador, se convierte en la fuerza más votada "cediendo" el poder al PARTIDO RADICAL de Alejandro Lerroux, un partido centrista y considerado como "republicano histórico".

Presidente Alejandro Lerroux.

 

En 1935, el partido de Lerroux fue salpicado por casos de corrupción conocidos como "estraperlos" lo que fue aprovechado políticamente por el bloque de Izquierdas que junto con el apoyo de Alcalá-Zamora le asestaron un golpe mortal al PARTIDO RADICAL.

La CEDA ocupa entonces el poder. Nuevamente el presidente Alcalá-Zamora fue retirando el acta de diputados del partido en el gobierno, por supuestos casos de corrupción hasta el punto de convertirlo en minoría y proceder a la disolución de la cámara para la convocatoria de elecciones generales.

Ministro José Maria Gil Robles.

 

16 de Febrero de 1936; EL FRENTE POPULAR, la coalición de izquierdas, gana las elecciones generales con desmedidas desconfianzas hacia Alcalá-Zamora, a quien habían observado "finiquitar"  dos parlamentos. Por lo que aprovechó  los instrumentos constitucionales para poner fin a la presidencia de Alcalá-Zamora. Manuel Azaña, quien ya fue presidente del gobierno en 1931, fue nombrado Presidente de la republica.

Presidente Manuel Azaña.

 

Camino a la guerra.

Desde su proclamación, el régimen republicano, lejos de sus valores constitucionales se desarrolla entre tensiones sociales, conspiraciones y amenazas. Estas junto  acciones equivocadas a veces y mal intencionadas en otras, los gobiernos republicanos terminaron por tejer un camino que irremediablemente conduciría a la guerra.

Una de las razones que provocaron las conspiraciones contra la republica, son las llamadas “Noches del Frenesí”, en 1931 cuando monasterios, iglesias y conventos son asaltados por una muchedumbre enfurecida que descargan su ira contra los religiosos, a quienes consideran "enemigos de la libertad". Queman templos y se pierde un importante patrimonio. Además la actitud de los poderes públicos fomento aún más el malestar. 

Interior de un templo tras el fervor revolucionario.

 

El gobierno de Manuel Azaña, de 1931, con el beneplácito de el presidente de la republica; Alcalá-Zamora,  ordenó la disolución de la orden Jesuita junto algunas órdenes militares,  por considerarlas provocadores de los actos. No fue sancionada ninguna autoridad por la permisividad con la que actuaron y no hubo ningún condenado por tales actos. Muchos consideran al propio gobierno como instigadores de aquellas situaciones. Campesinos de  Fe religiosa;  ven como malos ojos estos desmanes y se sienten cada vez más lejos de los ideales republicanos. Y otros movimientos como; LOS CARLISTAS retiran todo su apoyo y se declaran preparados para la acción armada contra la republica.

Poco a poco, el ejército comienza a ver en la republica un enemigo que hacia tambalear la unidad de España, con la aprobación de estatutos de autonomías. Otros sectores económicos comienzan a ver en el ordenamiento republicano, una amenaza a sus posiciones sociales.

Todas las amenazas se hacen realidad, el 10 de Agosto de 1932, con el golpe del General Sanjurjo (“la sanjurjada”) y pese a que se soluciono con cierta facilidad, la reacción que produjo sirvió para unir aún más a los conspiradores que además encontraron en Alcalá-Zamora un aliado inesperado cuando en 1934 se negó a readmitir a los militares amnistiados, provocando un mayor recelo en el ejército contra la republica.

General Sanjurjo.

 

En 1933 en Casa Viejas (Cádiz), bajo el gobierno de Azaña, el sindicato CNT inicio una insurrección atacando el cuartel de la Guardia Civil en la localidad. Los hechos acabaron con 28 fallecidos, entre insurrectos, agentes del orden y principalmente ciudadanos inocentes.

Durante el mandato del PARTIDO RADICAL, en 1934, formaciones políticas como el PSOE aliada con EZQUERRA NACIONALISTA CATALANA se alzan en armas contra el gobierno. El mayor exponente se da en Asturias, haciendo necesario la intervención de la Legión, con una durísima represión y alrededor de 2000 fallecidos.

Militantes y simpatizantes de todas las formaciones políticas sufren atentados, que llevó en varios periodos a la proclamación del estado de alarma. Esta medida, en lugar de calmar, solía crear mayor crispación. El estado de alarma permitió encarcelar a la plana mayor de FALANGE ESPAÑOLA por el atentado que sufrió el vicepresidente de las cortes por un falangista. Creando aún más conspiraciones, tensiones y traiciones.

En 1936, pocos días antes del golpe de estado; fue asesinado el Teniente de la guardia de asalto; José del Castillo por supuestas manos de falangistas y al día siguiente el Diputado Calvo Sotelo, por también supuestas, represalias y al parecer por la propia Guardia de asalto, que también intentó ejecutar a Gil-Robles, líder de la CEDA, pero que no encontraron su paradero. (Este último inciso, fue la conclusión de la Causa General durante el régimen franquista).

Teniente Castillo y  Diputado Calvo Sotelo.

 

Ninguno de estos actos (y otros no mencionados, solo referenciamos los más importantes), tienen en realidad, el peso suficiente para conducir a la guerra por sí solo. Pero la suma de todos ellos; creo una "amenaza fascista" para unos y un "peligro revolucionario" para otros.

 

El golpe de estado.

La noche del asesinato de Calvo Sotelo, El General Mola, envía un teletipo cifrado al General Franco; “Elena, anoche dio a luz a un niño precioso”. Este era el mensaje que advertía que ya era el momento.

Desde el primer día, la republica, fue objeto de nerviosismo y desconfianza de muchas elites existentes en la sociedad española pero también de muchos religiosos, campesinos y militares. Estos priorizaron sobre sus diferencias, en la lucha contra “Un mal común”, por lo que las conspiraciones y atentados se dieron con cierta rapidez.

Las autoridades conocían la existencia de militares “problemáticos”  y no tardó en separar a los elementos más peligrosos para el régimen. Destinando en puntos alejados a estos oficiales. Tras el fracasado golpe de SanJurjo, los gobernantes no se relajaron en cuanto a la vigilancia sobre el ejército, incluso pocas semanas antes del golpe se detuvieron a otros oficiales golpistas. Estas detenciones no sirvieron para aplacar los ánimos de militares conjurados, sino al contrario, les hizo ganar más credibilidad en el seno castrense y  dar la sensación de superioridad numérica.

En Marzo de 1936, doce altos oficiales del ejército comienzan una metódica acción, para derrumbar la republica. Estos, comenzarán estableciendo una red de elementos contrarios al régimen dentro del ejército primero, en la Policía y en partidos políticos después. El Plan era sencillo; aquellos oficiales que se negaban a participar en el golpe, les advertían de las consecuencias que sufrirían de no unirse “a la mayoría”, aunque en realidad no eran más que una docena. Insistían en que el honor no estaba en riesgo; ya que ninguno de ellos juró lealtad a la bandera tricolor e hicieron uso de todo tipo de artimañas para convencer al mayor número de partidarios posibles.

El General Mola diseñó un rápido golpe de estado. Erigiría un gobierno de salvación nacional, bajo una junta militar presidida por el General Sanjurjo. En ningún momento, se hacer referencia al modelo político que surgiría en España ni a su orientación. Todo esto, con serias dudas sobre el éxito que tendría el golpe en Madrid, Cataluña, Valencia y Andalucía. Por ello, dejaba varias columnas disponibles para reforzar las guarniciones que quedaran aislados, advirtiendo que la acción fuera “en extremo violenta”.

General Mola.

 

La sublebación.

El epicentro se dio en Melilla. Los golpistas fueron sorprendidos por la guardia de asalto y se dispusieron a desbaratar la acción, pero la Legión acudió en ayuda de los primeros y apreso a los oficiales leales a la republica haciéndose con el control de todos los edificios públicos de la ciudad.  Poco después Ceuta y Tetuán, cayeron bajo control de los rebeldes; apresando al comandante en jefe del ejercito de África, aplastando toda resistencia sindicalista e izquierdista. Se produjeron los primeros fusilamientos, en los oficiales que mostraron resistencia, como señal de advertencia para aquellos que no secundaran el golpe.

Tropas de África. También conocidas como “La Fuerza Mora”.

El General Franco, aseguró todo el archipiélago Canario proclamando el “estado de Guerra”,  toma los edificios oficiales y detiene a las autoridades civiles y militares fieles al orden vigente.

General Franco.

Las noticias sobre Melilla se propagaron velozmente por toda la península. Sindicatos y partidos políticos pedían armas para hacer frente al levantamiento; las ansias y los nervios se apoderaron del gobierno con miembros partidarios "de armar al pueblo". El presidente del gobierno; Casares Quiroga, se resistió y comenzó a establecer contacto con las comandancias asegurándose el apoyo de la mayoría de las guarniciones y sobre todo blindando Madrid.

Quiroga junto al Ministro de la marina José Giral intentan contener el avance de los militares sublevados que en pocas horas tienen el control de todo el protectorado africano. Las primeras medidas son establecer un bloqueo marítimo en el estrecho de Gibraltar y ordena  un bombardeo sobre las posiciones de los rebeldes, desde bases aéreas en Sevilla.

El gobierno obtiene un éxito rotundo en las primeras horas, no se producen sublevaciones en la península, los rebeldes están cercados en África y no ha sido necesario dotar de armas a las masas, con las consecuencias que hubiera causado. En esos momentos, se confía que en 2-3 semanas, los rebeldes se rindan.

Presidente Casares Quiroga.
 
El rápido golpe de estado que el General Mola había planeado; Ha fracasado.
 
 
La respuesta del gobierno.
 

El presidente Quiroga, se tomó muy en serio desde un principio la amenaza rebelde y dio acertadas órdenes para contener el avance de los sublevados e impedir su paso a la península. 

Periódico “La Voz” con la noticia de la sublevación.

Para obtener éxito, el gobierno debía bloquear el estrecho haciendo uso de la Armada. Pero tenía fundadas sospechas de que eran varios los Almirantes que deseaban alzarse contra la republica. Por ello, dio instrucciones radiofónicas precisas a las tripulaciones para que estuvieran atentos a las decisiones de los oficiales de los navíos y proceder a su detención si fuera preciso. Así ocurrió en algunas naves, oficiales que intentaban sublevarse eran apresados por su propia tripulación.  Esta circunstancia, como efecto negativo, hizo que el gobierno nombrará suboficiales al mando de los buques que debían ejecutar el bloqueo, más leales que los oficiales pero con una menor preparación, que además fueron presas fáciles para los navíos que consiguieron ponerse del lado de los rebeldes, capitaneados por un personal más capacitado.

Zona de acción del bloqueo marítimo.

Los bombardeos de la aviación republicana a las posiciones rebeldes, comenzaron inmediatamente desde las bases en Sevilla. Pero un nuevo General, Gonzalo Queipo de Llano, se declara en rebeldía y toma con elevada sencillez la capital andaluza haciéndose con el control de las bases desde donde se llevan a cabo los bombardeos, cesando estos sin haber causado apenas daños a las posiciones africanas. Las provincias de Cádiz y Córdoba, quedan pronto bajo en control de Queipo de Llano.

General Queipo de Llano.

 Casares Quiroga, pese al éxito inicial, dimite. Manuel Azaña; propone a Maura como presidente pero este rechaza el puesto. Se decide entonces por Martínez Barrio, quien acepta con la condición de formar gobierno junto al PSOE  que en principio y juntos consiguen asegurar la lealtad de las poderosas plazas de Cartagena y Valencia. Pero al rechazar los socialistas la oferta de gobierno, Martínez Barrio también declina la propuesta de Azaña.  El presidente de la republica, también lo intenta con Ruiz Funes, político moderado, pero tampoco cuaja. Por último, Luis Giral acepta el cargo con el reparto de armas como condición para formar gobierno. Azaña acepta.

Presidente Luis Giral.

Las armas se adjudican a partidos políticos y sindicatos, quienes las repartirán entre sus miembros y simpatizantes. Esta medida, intenta sofocar las sublevaciones que se hayan declarado y también aquellas que se sospechan que se producirán; algunas acertadas y otras sin fundamentos. Aunque para muchos esta fue la medida que pudo salvar a la republica, que debió ocurrir antes, la realidad es que otorgó una gran capacidad de autoridad a los líderes locales de sindicatos y partidos, dejando a los comandantes militares y policiales, en un frustrante segundo plano. Tal fue la situación, que algunos Generales leales a la republica tuvieron que afiliarse a distintos partidos y sindicatos para que fueran atendidas sus peticiones.

Otra consecuencia negativa, fue el asalto de las masas armadas a bases y cuarteles que permanecían leales al gobierno  por meras sospechas. Esto facilito la dimisión de varios mandos militares y terminó por convencer como rebeldes a otros aún dudosos del bando al que integrarse.

 

Los Bandos y sus características.

Por un lado, el gobierno constitucional apoyado por partidos de izquierdas, anarcosindicalistas, sindicatos,  amplio apoyo popular  y con todas las reservas financieras. Contaban con el respaldo de un gran número de militares de alta graduación y casi por completo de la guardia de asalto y la guardia civil. Este será denominado como "Bando republicano" o "Bando Rojo".

Desde un principio dispuso de la gran mayoría del arsenal del ejercito, incluidos los buques de guerra, la aviación y los vehículos terrestres. Las luchas y las pugnas entre los distintos partidos y sindicatos, crearon un ambiente de tensión interna que debilitó mucho sus propias posiciones en el conflicto.

Crearon los llamados "Batallones populares" en un fugaz  comienzo, pero finalmente optaron por un sistema de milicias. Estas milicias autónomas entre si, realizaban operaciones locales buscando a los rebeldes y miembros de los partidos que apoyaron el golpe, pero sin coordinación y sin establecer objetivos definidos. Originaron la sustitución de los cargos militares al mando del ejército regular, no se establecían órdenes concretas, actuando sin ton ni son. Una vez que los mandos militares se integraron en los grupos sindicales o políticos, consiguieron ser oídos, pero todas sus directrices debían ser debatidas en asambleas y no en pocas ocasiones, estas deliberaciones terminaban por rechazar las disposiciones planteadas, que incluso siendo aceptada los trámites que requerían en sus procedimiento las hacía llegar con demasiada demora.

Las llegadas de la brigadas internacionales, no mejoro la organización del bando republicano. Estas tomaron las posiciones donde les indicaron a veces y otras donde les parecía. También funcionaron de forma autónoma siguiendo sus propias iniciativas sin coordinación de ningún tipo. Se dieron casos de enfrentamiento entre estas mismas brigadas, creyendo luchar contra el enemigo. 

La llegada al gobierno del PCE erradico esta absurda situación de milicias populares sustituyéndolas por el llamado ejército popular mucho mejor ordenado y más capacitado para hacer frente a un enemigo jerarquizado como el que tenían enfrente claramente beneficiado por el desorden republicano.

Por otro lado, el bando rebelde; nutrido de distintos partidos aglutinados entre los partidarios de la monarquía, LA FALANGE ESPAÑOLA y la CEDA que junto a los CARLISTAS, se unieron frente a un enemigo común posponiendo sus diferencias para otros momentos.  Este será conocido como; "Bando Nacional" o "Bando Fascista".

Contaban con el liderazgo de Generales con reconocido prestigio y pese inferiores capacidades en cuanto a material y efectivos, contaban con  las tropas de África en su totalidad, bajo el mando del General Franco, consideradas las mejores unidades del ejército español. En la Andalucía occidental, el General Quipo de Llano, establecía una importante base estratégica. Prácticamente las guarniciones del Cantábrico (salvo Cantabria y País Vasco) quedaron del lado rebelde, que a la postre fue el ejercito del Norte del General Mola,  mucho más numeroso que la unidades de África y las fuerzas de Quiepo de Llano, pero peor equipadas. También contaron con un fuerte apoyo popular en aquellas regiones tradicionalmente conservadoras, donde el golpe fue bien acogido.

Al contrario que en el bando republicano, las fuerzas autodenominadas "nacionales" optaron por un mando único que debía llevar al ejército rebelde hacia la victoria. Se creó de forma instantánea una junta de mandos que decretó desde un principio los objetivos y las funciones de cada regimiento, nombrando a Francisco Franco Jefe de la junta. Los golpistas contaban con amplia experiencia y acreditadas capacidades, que junto a un organigrama bien definido  reducían la ventaja de las que disponían las fuerzas gubernamentales en cuanto material y recursos.

Debemos reseñar aquí, la extraordinaria diferencia con respecto el papel que la mujer desempeñó en la guerra, según concurriera en un bando o en otro. Mientras en el Bando nacional, la mujer servía en la retaguardia en funciones sanitarias, humanitarias o religiosas, y en algunas ocasiones, tareas administrativas. Su simple condición de mujer, la incapacitaba para el combate. En el Bando republicano, las milicianas compartían trinchera con los hombres, acudían a la primera línea de fuego y ejercían el mismo papel que estos. Si bien es cierto, que sobre el terreno; la mujer miliciana era señalada por sus compañeros como responsable de las derrotas sufridas y en varias ocasiones fueron violadas y vejadas por sus propios correligionarios, principalmente por las brigadas internacionales.

Milicianas del bando republicano.

 

La reacción internacional

Desde antes del golpe, existen signos evidentes de que los conspiradores contaban ya con apoyos o simpatías de gobiernos extranjeros. Desde un primer momento El Vaticano se mostro favorable al bando nacional. Los actos de "Las noches del frenesí" en  1931, no pasaron inadvertido para las autoridades vaticanas.

El mandatario italiano, Benito Mussolini, había mostrado interés por influir en España ya en 1930, bajo el régimen del General Berenguer. Las acciones italianas iban encaminadas a crear un gobierno  acorde a sus doctrinas y vió en los generales sublevados una oportunidad inmejorable para sus fines.

 

Benito Mussolini.

 

También el gobierno Nazional-socialista de Alemania, suspiraba por influir en España. En 1936 el rearme alemán era ya una realidad incontestable que las democracias occidentales intentaban ignorar. El líder germano, Adolf Hitler, conocía la importancia de las minas españolas para completar su plan armamentístico y se sirvió de su aliado Mussolini, para contactar con el bando sublevado.

Las relaciones con la Alemania Nazi, fueron más distantes que con la Italia de Mussolini; debido que los alemanes, advertidos por sus embajadores y cónsules, otorgaban  pocas posibilidades de vencer a los rebeldes; "Cercados y rodeados en África, sin posibilidad de subsistir"(mensaje de la embajada alemana a Berlín en 1936.). Esto elevo la desconfianza de los generales sublevados hacia los nazis que vacilaron para intervenir en el conflicto.

Adolf Hitler.

El gobierno de EL FRENTE POPULAR  francés, se identificaba lógicamente con su homologo español. Estableció desde los primeros momentos del golpe, relaciones con el gobierno republicano, en materia política y militar e incluso se ordenó el envió de material militar a España.

En Inglaterra, se despertó una enorme simpatía por la republica. Curiosamente las clases altas y acomodadas de la Gran Bretaña sintieron necesidad de colaborar con la republica, pese a ser está gobernada por partidos de izquierdas. Las relaciones británicas se fueron enfriando a la vez que el bando republicano, se fue radicalizando en posturas cada vez más extremistas.

La Unión Soviética, fue el aliado más útil para la republica. Si bien, sus influencias no aportaron grandes decisiones hasta la llegada del gobierno comunista de  Juan Negrin, condición impuesta desde Moscú para aumentar su ayuda. Por supuesto, el régimen de Stalin colaboró desde el principio con la republica, pero fue a partir de 1937, cuando la contribución se hizo masiva..

Josef Stalin.

Además de la participación o no de los gobiernos legítimos internacionales, los líderes republicanos hicieron una campaña propagandística para reclutar voluntarios de medio mundo. Estos voluntarios se agrupaban en  BRIGADAS INTERNACIONALES  de composición  heterogénea, formada por soldados o personal con instrucción militar, pasando por obreros, camareros, profesores, estudiantes universitarios,...

Ante tales circunstancia y el temor de que el conflicto español se internacionalizará, el gobierno francés hizo un llamamiento a "Las naciones interesadas" para fijar una postura de neutralidad frente la situación española. El Reino Unido respondió inmediatamente al llamamiento, secundado por 27 países, incluyendo a Rusia, Alemania e Italia. Este comité creó la política de "No intervención" prohibiendo el envió de toda clase de material militar a España. Pero no prohibía, el envió de ayuda humanitaria o asesoramiento. Con el paso del tiempo el comité fue cada vez más ineficiente, hasta el punto de ser denominado por sus integrantes, de manera informal;  "Comité de intervención".

 

El paso del estrecho.

Los Generales sublevados debían hacer frente a una cruda realidad, su rápido golpe de estado había fracasado estrepitosamente. Es más; la acertada reacción del gobierno de Casares Quiroga colocaba a las fuerzas de África, la columna vertebral de los rebeldes, en una comprometida situación difícil de superar.

El éxito de Queipo de Llano, proporcionando una base en Sevilla, brindó una oportunidad a los rebeldes de África. Primero aviones italianos, habilitaron un primer y débil puente aéreo que junto a los pocos efectivos con los que contaba el General apostado en Sevilla, les daba pocas posibilidades de acierto. La llegada de los aviones Junquers alemanes multiplicaron el desplazamiento de tropas a la península, pero este seguía siendo lento y peligroso.

Ejercito de África esperando para el traslado a la península.

 

Los generales rebeldes concibieron un plan, para poder quebrar el cerco de la marina republicana y llevar a cabo un desplazamiento de tropas total a la península por mar. Estos tenían información sobre las dificultades que atravesaban las autoridades republicanas para mantener el bloqueo marítimo debido a la desconfianza en sus oficiales y decidieron aprovecharlo.  El plan dio pronto sus frutos y un primer buque; Un destructor que formaba parte del bloqueo se pasó al lado nacional llevando a cabo una primera operación de traslado de tropas mucho mayor que el realizado por el puente aéreo. Este mismo destructor cuando volvía de desembarcar a las tropas en Cádiz, su tripulación se amotinó capturando a los oficiales sublevados y volviendo al lado republicano.

El general Franco, contaba con aviones italianos (Savoia) y alemanes (Junkers) que mantenían un puente aéreo inestable y temeroso ante la posible actuación del ejército del aire. Por mar solo contaba con dos guardacostas, un cañonero y un crucero, presas fáciles para el grueso de la armada desplegada en el estrecho. Pero entonces el gobierno de Madrid cometió más errores:

-          Primero; separó la flota que patrullaba el cerco desplazando la mitad de ella al Cantábrico para hacer frente al General Mola en el Norte. Algo incomprensible ya que los rebeldes en el norte solo habían podido realizar breves avances para volver a retirarse dada la preocupante falta de recursos.

-          Segundo; El gobierno republicano no hizo uso de la aviación, ni durante el bloqueo del estrecho que hubiera podido complicar el puente aéreo, ni posteriormente durante la contienda pese quedar en su poder el 80% de la fuerza aérea. Se sospecha que la desconfianza del ejecutivo en los pilotos vetó el uso del ejército del aire.

El ejército de África sobrepasó el estrecho  al completo a finales de Octubre.

 

La revolución republicana.

Con la llegada al gobierno de Giral, se hizo la entrega de las armas a las milicias que debían defender la republica. La propaganda republicana habla de “revolución” y se baten para hacer frente a los golpistas.

Las fuerzas gubernamentales, tienen controlada la acción en el estrecho y se dirigen a asestar un golpe mortal a los sublevados. Por ello salen al paso de las fuerzas de Mola, en la sierra de Madrid precisando, las fuerzas gubernamentales, el apoyo del Coronel Moscardó con base en el Alcázar de Toledo, para auxiliar a las tropas que marchan al paso de los sublevados. Moscardó desobedece la orden declarándose en rebeldía. Pese al revés de Moscardó las milicias rechazan a las tropas de Mola en la sierra madrileña.

El General Fanjul, uno de los ideólogos del golpe, se declara contrario a la republica y se encierra en el cuartel de la Montaña, en Madrid, a la espera de Mola. Juntos, según lo planeado, entraran en Madrid. Pero las fuerzas de Mola han sido repelidas en la sierra quedando Fanjul asediado y sin posibilidad de movimiento.

General Fanjul.

 

En Gijón, el Coronel Pinilla inicia la toma de la ciudad viéndose obligado a encerrarse en sus cuarteles ante la respuesta de las tropas gubernamentales y los milicianos. Estos realizan acertadas maniobras embotellando también a la columna rebelde que acudía en su ayuda desde Galicia. Y Aislando al mismo tiempo al Coronel Aranda en Oviedo, quien resistió un larguísimo asedio convirtiéndose posteriormente en un rival invencible conquistando un vasto territorio del enemigo.

En San Sebastián, el Teniente Coronel Vallespin, corre la misma suerte. Tan pronto como se declara rebelde las fuerzas republicanas los obliga a retroceder a sus cuarteles y sometidos al asedio.

Tras largos días, semanas e incluso meses en ocasiones, de asedio, todos los sublevados se rinden a excepción del Alcázar de Toledo y de la ciudad de Oviedo,  ante los insistentes ataques de las milicias. La revolución se impone en todos los enfrentamientos ocurridos en las primeras etapas, logrando importantes triunfos también en Albacete, Guadalajara y San Sebastián pero sin duda obtiene el mayor éxito en Barcelona.

Estado del Alcázar de Toledo tras el asedio.

 

En la ciudad condal, La salida de las tropas rebeldes del cuartel de Pedralbes, encuentran una fuerte resistencia de milicias de la CNT y ERC. A ellas se unieron efectivos de la Guardia de Asalto, Guardia Civil y Mozos de Escuadra. A medidas que se prolongaba la resistencia gubernamental, iban apareciendo ciudadanos armados a favor de la republica y terminaron aplastando la sublevación en Barcelona y de forma automática en las poblaciones vecinas.

Milicianos y soldados celebran la victoria en Barcelona.

 

Pero no todo fue vino y rosas para el gobierno de Giral. Las tropas de África comienzan su avance por la península. Una bandera de la Legión, bajo el mando del Coronel Yagüe, sitia la ciudad de Badajoz. Las fuerzas regulares republicanas huyen ante los primeros ataques de los legionarios y los milicianos por sí solos no pueden frenar el avance. La autoridad nacional, se implanta en la ciudad con una enorme sed de venganza por los fusilamientos de las tropas nacionales en los citados asedios y se producen masivas ejecuciones durante los días posteriores a la toma de la plaza.

Legionarios avanzando por las calles de Badajoz.

 

Para los mandos republicanos los largos asedios que sometían las fuerzas republicanas a tropas encuarteladas rebeldes, eran cuestiones de máxima prioridad. De ahí el esfuerzo invertido en la conquista de todos ellos, especialmente en el Alcázar de Toledo, que se enquistaba cada vez más y que empezaba a producir enfrentamientos entre las distintas milicias populares. Pero las autoridades republicanas tuvieron que cambiar la estrategia.  Las tropas de Yagüe continuaban con su avance, por lo que el asedio sobre el Alcázar se relajó, movilizando a las milicias para hacer frente las tropas de África. Esta circunstancia favoreció a una columna rebelde, liderada por el General José Enrique Varela para la liberación del Alcázar.

La pérdida de Badajoz, junto a los largos asedios, que aunque en su mayoría favorables para su causa, desmoralizó al gobierno republicano, cada vez más criticado por sus propios partidarios. Razón por la que el presidente Giral dimitió. Le sustituye un carismático líder del PSOE: Largo Caballero “El Lenin español”.

Presidente Largo Caballero.

 

El cambio de la iniciativa.

Un informe realizado por el Comandante Lister, un respetado oficial de las fuerzas republicanas, destaca la poca eficacia de los asedios. Derrochando largas jornadas de combates y empleando una enorme cantidad de recursos humanos, materiales y económicos. Y en cambio observa como las fuerzas franquistas emplean cortos asedios para acceder a las plazas que ocupan. Y que estos obedecen más a un efecto propagandístico que militar.

General Modesto y Comandante Lister.

 

El desconcierto se emplea también en la propia organización de las milicias. No aceptan las ordenes de los comandantes del ejército y apenas cumplen sus funciones de vigilancia y custodia. Ingentes cantidades de armamento y munición son desechadas a diario, sin control alguno, cuando las unidades milicianas lo consideran en lugar de reparar o tan solo de realizar un acopio decente de almacenamiento. Estas armas, no en pocas ocasiones intactas, terminan en manos del enemigo.

Lister se queja amargamente, del retraso que sufren las medidas que se deben tomar para hacer frente a las tropas rivales, sometidas siempre al comité del partido competente para que pueda convocar la asamblea que acatará o no acatará la orden, que en la mayoría de las ocasiones alternan con otras propuestas dilatando aún más las acciones necesarias.

El nuevo gobierno de Largo Caballero, intenta emprender una reforma de las milicias para convertirlas en un ejército regular. Pero estas medidas tardarán en llevarse a cabo por la oposición de los anarquistas que se niegan a seguir instrucciones desde autoridades centrales. Además han perdido un valioso tiempo que les hace ir por detrás en la iniciativa del conflicto llevada ahora por las fuerzas rebeldes.

Milicias populares del POUM.

 

Las tropas franquistas fijan como objetivo la toma de Madrid. Conscientes de la suerte se torna ahora a su favor, intenta dar un golpe mortal a las fuerzas gubernamentales. Los sediciosos  tendrán enfrente al embrión de una nueva fuerza gubernamental, mejor organizada e instruida. El General Miaja, el General Modesto y el Comandante Lister, son los artífices de la nueva estrategia que pondrán en práctica para la defensa de Madrid.

La ofensiva se da desde el Oeste y el Sur. La resistencia aguanta los primeros envites de los atacantes, pero comienzan a retrasarse hasta la perdida de Illescas a 30Km. de Madrid. El gobierno planea la evacuación a Valencia ante lo que parece otra perdida inminente a los avances de los insurrectos. Pero las nuevas fuerzas republicanas, se reponen a los golpes iniciales y emprenden un contraataque una y otra vez hasta que ambos bandos finalizan la contienda “en tablas”, pero las acciones bélicas de los defensores, son más coherentes y ordenadas que las anteriores, con muestras de empuje y decisión como fue la batalla de “Brunete”.

“No pasarán”. Eslogan para la defensa de Madrid.

 

Ciertamente se da un leve avance de las fuerzas insurgentes quedando tan solo a 10 kilómetros de Madrid. Los políticos ven a las fuerzas asaltantes invencibles por las experiencias pasadas y se traslada, el gobierno en bloque a Valencia. Pero las nuevas fuerzas de Miaja han mostrado una lucha mucho más eficaz que la desarrollada hasta entonces por las milicias.  La batalla da tan solo un respiro y pocas semanas después un nuevo ataque nacional vuelve a probar la resistencia de los defensores que otra vez repelen a los asaltantes.

General Miaja.

 

Los nacionales cesan en su empeño por Madrid. Esta Batalla reune a todas las grandes potencias europeas en el tablero de juego. Rusos, alemanes, italianos,…participan de forma directa en la contienda. Partidos como el PCE en el lado republicano o la FALANGE en el lado nacional, ambos partidos minoritarios antes de la guerra,  ganan adeptos al mostrarse plenamente combativos,  resistentes y preferidos por los gobiernos de Moscú y el eje Roma-Berlín respectivamente.

José Antonio Primo de Rivera. Líder de Falange.

 

Guernica y el frente vasco.

En el País Vasco el conflicto adquiere un matiz especial. El PNV se había preparado para la guerra, pero no tenía claro en qué bando. Por un lado; la constitución republicana, había garantizado un estatuto de autonomía para Euskadi, pero se encontraba a las antípodas de las ideologías del bando republicano. Y por otra parte, era más favorable a las doctrinas políticas, económicas y morales del bando nacional, pero por el contrario, eran conscientes que estos no continuarían la autonomía de la que disponían.

Poco después del golpe, el recién formado gobierno vasco, crea el EUZKO GUDAROSTEA (Ejercito de Euskadi) y comienza la construcción de fortificaciones defensivas; siendo la más destacable aquella que debía proteger Bilbao con el nombre de “Cinturón de Hierro”. El Lendakari José Antonio Aguirre, pese a carecer de toda formación técnica se erige al frente de todas las acciones militares de su nuevo departamento y veía en las estructuras vascas un síntoma de orgullo del nacionalismo vasco, mucho mejor preparados y organizados que las defensas de los “españoles” (confesión de Aguirre a Companys). Pero lo cierto es que el cinturón de hierro, presentaba enormes deficiencias que la hacía incapaz de sostener los ataques del enemigo, como se demostró posteriormente, pese a las advertencias que los oficiales leales hicieron al gobierno vasco; ignorado por este.

Lendakari José Antonio Aguirre.

En un principio el PNV se posiciona claramente a favor del orden republicano y participa activamente en el asedio y asalto del cuartel de Loyola, en San Sebastián, frente a la insurrección del Teniente Coronel Vallespin. Con el tiempo, en parte con la radicalización del bando republicano y otra parte; por los avances del ejército de África, el gobierno vasco se replantea su participación en el conflicto. De esta situación del PNV se intentó aprovechar cada bando, colocando el frente vasco en el ojo del huracán durante un largo periodo. Los dos contrincantes intentaban convencer al gobierno autonómico que se declinara en su lado, ya que esté podría facilitar las relaciones internacionales de los dos enemigos enfrentados, suavizando el impacto de cada uno de ellos con los gobiernos exteriores.

El desarrollo de la guerra, lleva al gobierno vasco a negociar con los italianos, aliados del bando nacional, una rendición escalonada y una posible participación de sus soldados con este bando. Esta maniobra hubiera partido en dos las fuerzas republicanas en el Cantábrico. Desde el gobierno central ya tenían cuantiosas sospechas sobre las intenciones del PNV. Esta política de ambigüedad, situó al País Vasco en el centro de medidas extremas en todas las direcciones.

Todos los temores republicanos se convierten en realidad. Los comandantes leales, habían observado como el bando sublevado no atacaba posiciones del PNV, confirmadas sus sospechas, cuando el General Ulíbarri al frente de una poderosa columna, formada en un 30% por batallones vascos, con una enorme desventaja en cuanto a la aviación nacional (El grueso de la aviación republicana se concentraba en Madrid) observa como las fuerzas vascas evitan el enfrentamiento batiéndose en retirada en cada contacto con el enemigo convirtiendo en impotente su contraofensiva sobre Vizcaya.  Tras estas acciones de los gudaris las autoridades gubernamentales tomaron medidas excepcionales para obligar a las fuerzas vascas a combatir. En algunas ocasiones, estas medidas llevaban a ejecutar avances desorganizados y con poca protección, convirtiéndolos en blancos fáciles para las tropas nacionales. Esta reacción del gobierno central forzó la ruptura de las negociaciones con los italianos; fracasando los conocidos como "Pactos de Santoña".

Euzko gudarostea (ejercito de Euskadi) o “gudaris”.

 

Las fuerzas de Mola continúan sus avances y aunque sin rendición de los gudaris los sublevados traspasaban fácilmente las defensas de sus enemigos. Los episodios de mayor resistencia los encontraban en las guarniciones izquierdistas desplegadas en ciertos puntos de la geografía vasca. Con estas expectativas se encontraba el ejercito del Norte dispuestos a tomar la industrial ciudad de Bilbao contando con una enorme superioridad aérea. El avance nacional encuentra dos vertientes, una por Durango y otra por Guernica. Mola se decide por Durango y comienzan los bombardeos a las posiciones republicanas por la aviación italiana, rechazando el General la participación de la Legión Cóndor, aún en fase de desarrollo por el ejército alemán, interesados estos en tener, por fin, una prueba de fuego real.

 

Ataque del ejército del norte.

 

Guernica contaba con una fábrica de armas y agrupaba tres regimientos de las fuerzas republicanas. En ocasiones se habla de que la villa no tenía ningún motivo militar para el ataque, pero estas características la convertían en un escenario interesante. Si bien es cierto, que iniciada la marcha en dirección a Durango hacia innecesario cambiar el terreno de acción. Pero para los intereses alemanes, en particular de su comandante en jefe; Wolfram von Richthofen, deseoso de poner en práctica su maquinaria aeronáutica y con el pretexto de cortar la retirada al enemigo, planea el bombardeo.

El Guernica” de Picasso. Obra que representa el horror del bombardeo.

 

El 26 de Abril de 1937, la Legión Cóndor, con el apoyo de la aviación italiana, que les prestaría protección debido a que esta escuadrilla se encontraba en fase de pruebas,  inicio el ataque; aunque gozaban de una ausencia casi total de aviación republicana y pese a que las tropas de Mola ya partían para Durango. La violencia de los bombardeos, se habla de hasta 4 horas de ataques, produjo la indignación a toda la prensa mundial. La cifra de fallecidos oscila entre los 102 y los 3.000 (según la fuente se desvirtua la cifra de víctimas) y la destrucción del municipio fue total.

Flota de la Legión Cóndor.

 

Wolfram von Richthofen, comandante de la Legión Cóndor fue un piloto de largo prestigio y enormes condecoraciones. Pero a su vez un comandante que no aceptaba ordenes y solía actuar según su propio criterio. Durante la Segunda Guerra Mundial, se le privó de participar en los ataques, permitiéndosele participar unicamente en meras operaciones de suministro.

Wolfram von Richthofen.

 

El ascenso de Negrín y el apoyo ruso.

El gobierno de Largo Caballero; consiguió que “el ejército popular” mejorara enormemente su capacidad de combate y su eficacia. También hizo enormes esfuerzos para aumentar la implicación soviética en el conflicto. Bajo su mandato, la presencia rusa en España se multiplico y por supuesto su asesoramiento, su equipamiento y por consecuencia también su influencia.

Lo cierto es que las autoridades del Kremlin tenían una clara preferencia  por Juan Negrín y el PCE, por lo que las ayudas prestadas se fueron minimizando con el objetivo de alzar un gobierno plenamente comunista en el lado republicano. Además se boicotearon acciones militares del gobierno de Largo Caballero que hubieran podido tener algún éxito que aumentará su popularidad y dificultará la llegada de Negrin al poder. Todo se sumó al fuerte apoyo ciudadano que obtenía el PCE y que aumentaba cada día. Circunstancia por las cuales, Largo Caballero, se vio obligado a dimitir. Azaña nombra a Negrín, presidente del gobierno.

Presidente Juan Negrín.

Bajo el gobierno de Negrin, las fuerzas armadas gubernamentales ganaron una mayor eficiencia. Se aprovecharon mejor los recursos y terminó con más acierto el proyecto comenzado por su antecesor, para hacer más combativo al ejército regular. Las ayudas de Moscú, ahora sí, podían dar la vuelta al conflicto. Por el contrario se habían perdido valiosísimos meses de guerra que requerían un esfuerzo titánico.

Pese al tiempo perdido “el ejército popular”, tendría la gran oportunidad para vencer la contienda en la decisiva “Batalla del Ebro”. Se le encomendó al General Vicente Rojo un ambicioso plan para derrotar a los sublevados a las orillas del caudaloso río, donde la nueva estructura armamentística republicana brilló con su máximo esplendor. El objetivo era principalmente alejar las fuerzas del General Franco que asediaban Valencia y dar un golpe de efecto para que las potencias extranjeras no decayeran en las posibilidades republicanas.

General Vicente Rojo.

 

Ya en 1938 parecía inevitable la victoria nacional. Las fuerzas rebeldes castigaban con dureza las posiciones del “Ejército del Levante”, los legionarios de Yagüe habían tomado Teruel y Lleida aplastando las posiciones republicanas. Las columnas de Aranda alcanzaron el Mediterráneo instalándose en Vinaroz, dividiendo en dos la zona republicana. El ejército leal necesitaba abrir una vía de escape que pudiera redirigir la situación.

El General Rojo, ordenó una reagrupación de tropas en el Valle del Ebro entre Zaragoza y Tarragona. Este “Ejercito del Ebro” contaría con un buen equipamiento, protegido con artillería, blindados y una fuerte aviación. Además, las tropas mejor formadas que nunca; hallando entre sus filas una combinación de jóvenes reemplazos conocidos como “La Quinta del Biberón” y las unidades más combativas con una amplia experiencia en el campo de batalla.

Avance del “Ejercito del Ebro”.

 

Quedaba establecida una frontera natural con el propio Rio Ebro. Hasta la fecha, para los estrategas militares, un rio caudaloso era una frontera segura y cualquier asalto atraves del mismo sería una fracaso inevitable. Las tropas nacionales se desplegaban por toda la orilla derecha del rio dejando algunos puntos bastante debilitados, aprovechados estos, por las columnas republicanas.

En la madrugada del 25 de Julio, “el ejército del Ebro” cruza el río. Sorprende por completo al enemigo y pronto ocupan importantes cabezas de puentes, puntos de observación y rodean a gran parte del ejército nacional obligados en su mayoría a batirse en retirada. Las órdenes militares trataban de hacerse con el centro de comunicaciones y con el control de la presa para finalizar la primera fase del operativo, que de completarse favorablemente, pondría en graves aprietos a toda la retaguardia nacional.

Tropas republicanas cruzan el Ebro.

 

Una vez más las decisiones políticas pesaron más que los intereses militares en el bando republicano y desde los asignados del partido comunista, en los momentos que los avances estaban siendo arrolladores, ordenaron que los objetivos debían ser el centro de mando enemigo para que pudieran ser sometidos a la “justicia popular”. Esta decisión provoca el retraso en los avances de las fuerzas del General Rojo aprovechado por los defensores para “estancar” la batalla y mantener bajo sus dominios el control de la presa, que posteriormente sería decisiva.

El General Franco, se dio cuenta que esta podría ser la batalla definitiva para acabar victorioso en la guerra y tras el retroceso inicial preparó un potente contra-ataque. Pero esta vez en frente no tenía un enemigo débil y mal instruido sino una fuerza completamente disciplinada que resistía y contraatacaba. El conflicto cayó en varios estancamientos convirtiéndose en la batalla más larga y sangrienta de toda la guerra. Finalmente las fuerzas atacantes de Rojo, quedan encerradas en una bolsa sin posibilidad de retirada, gracias al manejo de la presa que utilizaban los nacionales, costándoles además de la derrota la perdida de toda fuerza que pudiera hacer frente a las tropas franquistas, dejándoles un camino despejado, de toda resistencia, para llegar a Barcelona.

Puesto de mando del ejército nacional en la batalla del Ebro.

 

El desarrollo final.

“Los pactos de Munich”, en 1938, conceden al III Reich la región checa de los Sudetes con el beneplácito de Francia e Inglaterra y dan una esperanza al mundo, en plena “Paz armada” y a consta de Checoslovaquia,  para que no desembocar en una nueva “Gran guerra” en el viejo continente.

Pactos de Munich de 1938.

 

Durante la negociación de estos pactos, en España se desarrollaba la crucial batalla del Ebro. El gobierno de Negrin intentó presionar a las democracias europeas para impedir los acuerdos de Munich, dado los buenos presagios en esta sangrienta batalla e intentar prolongar el máximo tiempo la contienda para "enlazarlo" con un posible conflicto internacional. Como maniobra de distracción, todas las brigadas internacionales, fueron devueltas a sus lugares de origen. Ciertamente estas unidades hacia meses que habían dejado de ser combativas y el desanimo estaba muy presente en todas ellas.

Por eso mismo, los pactos de Munich y la posterior derrota en la batalla del Ebro, dejaban a los líderes republicanos en una delicada situación y con escasas posibilidades de cambiar la signo de la guerra. Pese a todo, el gobierno de Negrín alentado desde Moscú, continúo una contienda avocada ya a la derrota y prolongado el sufrimiento de la población española durante algunos meses más.

Las fuerzas nacionales siguieron avanzando sin oposición, hasta su llegada a Barcelona. A las puertas de la capital catalana; las autoridades nacionalistas de ERC habían huido junto a los representantes gubernamentales, milicianos, militares y ciudadanos. En total casi 400.000 personas cruzaron los Pirineos (más de la mitad volvieron pocos meses después). Los ciudadanos que quedaron brindaron una calurosa acogida a las fuerzas insurrectas.

Tropas nacionales desfilan en Barcelona. 1939.

 

El presidente de la Generalitat Lluys Companys huyó a Francia ante la proximidad de las fuerzas nacionales. Con la ocupación alemana del país galo, la GESTAPO detuvo al líder de ERC. Este fue extraditado a España, sometido a un consejo de guerra y poco después fusilado.

Lluis Companys.

 

En esos momentos la fuerza gubernamental aún contaba con 800.000 soldados, algunos puertos con una importante flota y número elevado de blindados, artillería y aviación. Pero todo estaba tan disperso que hacía muy difícil una nueva aglomeración de tropas para volver a tener una oportunidad como la del Ebro. Sumado todo ello, a una enorme desmoralización en todos los sectores republicanos.

El gobierno comunista se vuelve a instalar en Madrid para organizar una resistencia a la desesperada, solo su gobierno y reducido bloque socialista, apoyan esta estrategia. Intenta iniciar desde la zona centro de la península una "re-conquista" de los territorios ocupados, organiza una fuerza expedicionaria que emprenderá una ofensiva en Extremadura. Queipo de Llano les sale al frente y los derrota fácilmente. El presidente de la republica; Azaña dimite y huye a Francia.

En Marzo de 1939, El Coronel Casado, el socialista Besteiro y el anarquista Cipriano; constituyen el Consejo Nacional de Defensa que pretender poner fin a la guerra rindiéndose, de forma incondicional, a las fuerzas franquistas y acabar de una vez con los sacrificios de la sufrida población civil. El consejo se subleva contra el gobierno de Negrin, quien pretende continuar con la lucha a cualquier precio. Fue “La guerra civil dentro de la guerra civil”, los comunistas claudican, antes, Negrin ya había huido.

Coronel Casado.

 

Tras la sublevación de Casado, las tropas que quedan del frente popular se desmoronan. Las fuerzas nacionales, ocupan sin oposición, Madrid, Valencia y el resto de poblaciones declarando el final de la guerra el 1 de Abril de 1939.

Entrada de las fuerzas nacionales en Madrid. Final de la Guerra.

 

Resumen.

El bando rebelde inicia un golpe de estado, mal planteado con la esperanza de que las demás guarniciones militares se subleven junto a ellos para acabar con el régimen republicano. La gran mayoría del ejército se muestra leal a la republica y los rebeldes solo consiguen el control del protectorado de Africa. Cercados, rodeados y sin posibilidad de movimiento, el ataque esta abocado al desastre, pero comienza entonces una serie de decisiones equivocadas de los diferentes gobiernos que transitan en los primeros semanas del golpe facilitando la expansión de los golpistas por la península.

Aún así, este avance rebelde es débil y localizado. El gobierno no confía en su ejército y pretende crear un ejército popular, que degenera en unas milicias autónomas con enormes diferencias y rencillas entre sí. Socialistas contra anarquistas, comunistas contra el POUM, sindicatos rivalizando por el número de falangistas a los que ejecutan,… Se produjo todo tipo de acción que favoreciera su auto-destrucción. La aplastante superioridad, económica, militar, industrial e infraestructural junto un amplio apoyo popular se fue dilapidando hasta perder el control de la situación e ir por detrás en el conflicto.

Mientras en el bando rebelde configuraban una fuerza disciplinada y se unían contra una causa común, el bloque revolucionario no hacía más que facilitar las acciones a su enemigo. Sus pugnas internas sumado a la poca preparación en la materia de los lideres que debían tomar las decisiones, haciendo caso omiso a las recomendaciones de los militares. Las masas armadas asaltaban todo tipo de establecimiento militar, se hubieran sublevado o no, por lo que muchas guarniciones y regimientos se pasaron "al otro bando", por su propia seguridad más que por convicción política.

Las ayudas exteriores no otorgaron superioridad a ningún bando, pero sus aportaciones sirvieron para prolongar extensamente el conflicto. Además para mayores males, la ayuda rusa, principal aliado de las fuerzas leales a la republica venia condicionada por una influencia política que también lo hizó negativamente. En cambio, la ayuda italiana y alemana recibida por los rebeldes era meramente militar sin condición política, al menos durante la guerra, posterior a ella la situación cambió y como es lógico, exigieron sus intereses pero no interfirierón en las desiciones durante conflicto.

Los rebeldes vencen una contienda que tenían perdida desde el principio, pero que las acertadas acciones y estrategias de sus generales, todos ellos expertos en la materia con una enorme experiencia bélica,  junto a los excesos; errores y desordenes del gobierno constitucional, firman el final de la guerra:

“Cautivo y desarmando el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. LA GUERRA HA TERMINADO. ”